No debemos confundir un ojo enfermo con un ojo con pocas habilidades. En demasiados casos me encuentro con alumnos a los cuales tanto los pediatras como los oftalmólogos dicen a los padres que los niños están bien. Y tienen razón, estos profesionales se ocupan de la salud ocular y los ojos están sanos. El problema es que en muchos casos son ojos con pocas habilidades visuales: bien porque los niños no saben utilizar su motricidad ocular tanto "gruesa" como "fina", bien porque no están acostumbrados ni entrenados en labores de enfoque de lejos a cerca con rapidez, bien porque no tienen habilidad para enfocar binocularmente con precisión, etc, etc.
La mayor parte de estas habilidades se mejoran con terapia. Su falta no es la causa de los problemas de aprendizaje pero suele estar detrás de buena parte de las dificultades que muchos niños tienen para acceder a la lectoescritura cuando estas habilidades son deficientes.
Resulta importante que en este marco de confusión la escuela no permanezca ajena y permanezca atenta a los síntomas de problemas en las habilidades visuales y a las posibles ayudas.
Os dejo un libro electrónico ilustrativo con algunas explicaciones y actividades. Está en gallego, aunque creo que se entiende muy bien. Espero que os sirva de algo.
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