Nuevas evidencias científicas confirman que existe
una clara asociación entre la práctica continuada de ejercicio aeróbico y
la atención sostenida, una función cognitiva de alto nivel inherente a
todos los procesos cognitivos. Los hallazgos sugieren que los sujetos
que practican ejercicio presentan un funcionamiento bidireccional entre
el sistema nervioso central y autónomo más eficiente, o lo que es lo
mismo, entre el cerebro y el corazón.
El objetivo principal del estudio fue investigar la asociación entre la
práctica crónica de ejercicio físico y la función cognitiva (atención
sostenida en particular), así como evaluar los mecanismos fisiológicos
que subyacen a dicha relación en adultos jóvenes de 18-35 años. Se
abordó con una aproximación novedosa que combinaba medidas de
comportamiento de potenciales corticales evocados y medidas de
funcionamiento del sistema nervioso autónomo como la respuesta cardíaca
asociada a eventos.
Los investigadores compararon dos grupos de adultos jóvenes: uno con un
alto nivel de condición física y otro con un estilo de vida sedentario,
durante la realización de una tarea cognitiva de vigilancia psicomotora
de 60 minutos. Los hallazgos electrofisiológicos demostraron que el buen
nivel de condición física cardiovascular se relacionaba con actividad
cerebral sugerente de una mejor capacidad general para asignar recursos
atencionales en el tiempo. Los participantes con alto nivel de condición
física mantuvieron una mayor amplitud en el potencial P3 (comúnmente
asociada a la capacidad de focalizar eficientemente la atención) a lo
largo de la tarea en comparación con los participantes sedentarios,
quienes incluso mostraron una reducción en la amplitud a medida que
transcurría el tiempo realizando la tarea.
Fuente:http://www.nature.com/articles/srep27556
Neurologia.com
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